ENSAYO DISTÓPICO

 


«El gobierno ha decretado que todo buen ciudadano deberá llevar consigo el "certificado" y exhibirlo allí donde se lo requieran. Por ejemplo, para viajar; deberá presentarlo a las autoridades si desea desplazarse de un lugar a otro; por responsabilidad para con su patria y sus conciudadanos. Se le podrá exigir si acuden a un teatro, a un restaurante o a una cafetería y su certificado deberá estar perfectamente actualizado, en orden a las necesidades sociales que en cada momento se le exija. Asimismo, este documento podrá ser requerido para ejercer cualquier actividad profesional: funcionario, policía, profesor, médico, abogado, etcétera. Todo aquel que no lo presente será privado de entrar en algún sitio público y obligado a confinarse inmediatamente. Porque, "el certificado" es la garantía de que el portador cumple con las exigencias del gobierno ante esta lacra de deslealtades que supone, convivir y dotar de derechos a individuos cuya "profilaxis" es distinta a la nuestra, que sí cumplimos con todas las "pautas" exigidas».

Habrán pensado ustedes que les hablaba del "Certificado Covid" naturalmente, pero no es así. Se trata del  Ariernachweis, el «certificado ario» impuesto por el Tercer Reich en 1933 que probaba que una persona era "pura de raza aria". A todo aquel que no lo tuviera, se le impedía el acceso a locales públicos o sencillamente se le privaba de las libertades más elementales como deambular libremente o trabajar. ¿Les suena?

El gobierno alemán de Hitler alentó la delación entre vecinos para discriminar entre "buenos y malo alemanes", como hacen hoy los medios de comunicación. Se empezó por señalar a los judíos, a los gitanos y a las personas de color. Y finalmente se marcó también a los propios alemanes que aún portando el certificado, no congeniaban con el pensamiento oficial.

Diría que la discriminación entre vacunados y no vacunados, entre "covidianos y negacionistas", nos sitúa en la antesala de aquella otra que condujo al hombre al horror de los campos de exterminio. Porque el siguiente paso cuál será, meterlos en un gueto para que no contagien en el supuesto hecho de que lo hagan, acabar con todo aquel que no se haya puesto la vacuna, incluso con los vacunados que no tuvieran la pauta completa, incluso con los que no lo pudieran hacer por haber sufrido ya reacciones adversas? Cuidado que el experimento de la discriminación social que se nos va de las manos.